Conecta con tu familiar a través de actividades de Reminiscencia
12/21/20243 min read


Sabemos que convivir con un ser querido que tiene Alzheimer no es fácil. Los cambios en su comportamiento, la falta de motivación y la apatía pueden hacer que las actividades cotidianas se vuelvan un verdadero desafío. Como cuidador, es normal que te sientas agotado/a y, a veces, frustrado/a por no poder encontrar formas de conectar o de hacer que tu familiar se involucre en actividades que antes disfrutaba.
Sin embargo, una de la maneras más bonitas y efectivas de pasar tiempo juntos es a través de actividades de reminiscencia. La Terapia de Reminiscencia (TR) proviene de los primeros trabajos de Butler (1963) sobre la "Revisión de la vida". Aunque tu ser querido ya no recuerde ciertas cosas de forma clara, esos recuerdos pueden seguir siendo una forma poderosa de conexión. Revivir experiencias pasadas, hablar de lo que fue importante para él o ella, y hacerles sentir que son escuchados, los ayuda a mejorar su bienestar emocional y puede ser muy valioso tanto para ellos como para ti.
A pesar de que el objetivo de estas actividades no es mejorar habilidades cognitivas, si ayudarán a mejorar el estado de ánimo y calidad de vida de tu familiar.
A continuación, te comparto algunas actividades simples que puedes hacer con tu familiar en casa para fomentar la reminiscencia y pasar un buen rato juntos:
1. Mirar álbumes de fotos
Las imágenes son una de las mejores herramientas para conectar con el pasado. Si tienes fotos familiares, de vacaciones o de eventos importantes, puedes mirar y comentar sobre ellas juntos. Aunque a veces no recuerden los detalles, el simple hecho de ver una foto puede traer a la memoria sensaciones o recuerdos emocionales.
Trata de comentar anécdotas o contarle pequeñas historias sobre lo que ocurrió en ese momento. A veces, tu entusiasmo y cariño serán más que suficientes para que se animen a compartir lo que recuerdan.
2. Escuchar música de su época
La música tiene un poder increíble para evocar recuerdos. Pon canciones que le gustaban, ya sea de su juventud o de su vida adulta. Incluso si las letras o melodías no les suenan familiares al principio, verás cómo empiezan a reaccionar con una sonrisa, moviendo los dedos o incluso cantando algunas estrofas.
Si es posible, incluye canciones que tú y tu familiar solían disfrutar juntos. La música compartida tiene una magia especial que puede crear momentos de cercanía.
3. Leer cartas o notas antiguas
Si tienes cartas, postales o mensajes antiguos que tu ser querido haya recibido o escrito en el pasado, leerlos juntos puede ser una forma preciosa de conectarse. A veces, las palabras escritas en una carta pueden despertar emociones de una manera diferente.
Si tienes cartas de amigos o familiares, inclúyelos en la lectura. Pregúntales qué recuerdos les trae cada carta o qué les parecía lo que leían en ese momento. También puede servir como instancia para conversar sobre ese amigo, amiga o familiar.
4. Crear un "tablero de recuerdos"
Puedes armar un pequeño collage o un tablero con objetos significativos de su vida: una prenda de ropa especial, un juguete de la infancia, un libro que le haya gustado, o cualquier objeto que tenga un valor sentimental. Coloca estos objetos en un lugar visible y, cuando te sientes a hablar con tu familiar, invítalo a mirar juntos el tablero y recordar esos momentos especiales.
No te preocupes si no recuerdan todos los detalles. Lo importante es el momento de conexión emocional que se crea al ver y tocar esos objetos. Ten escucha a tu familiar con atención aunque te esté contando historias que ya te había contado antes, eso aumentará su motivación y autoestima.
5. Cocinar recetas de antaño
La comida puede ser otro punto de conexión importante. Si recuerdas alguna receta que le guste o que haya sido importante en su vida, intenta cocinarla juntos. El olor, el sabor y el proceso de preparar algo que trae buenos recuerdos puede ser una experiencia reconfortante tanto para ti como para tu ser querido.
Si la actividad de cocinar es demasiado exigente, simplemente preparar algo pequeño como una merienda o postre puede ser igualmente efectivo. Lo importante es disfrutar del tiempo juntos, evita corregir a su familiar, si se está equivocando, guíalo/a de una manera amorosa.
Lo más importante de estas actividades es que seas paciente. Probablemente se repetirán historias y anécdotas, pero aun que tu ya las sepas, préstale atención a las palabras que tu familiar te está compartiendo. Eso evitará frustración y ayudará a que siga motivado y aumente su autoestima.
Fernanda Borja
Terapeuta Ocupacional